Educación sexual: ¿Prepara a los jóvenes para la vida?
Escrito por Revista Mira
Louise Kirk, Coordinadora del Programa Internacional para la Educación del Carácter Alive to the World, emitió un informe bastante crítico sobre el enfoque y la ineficacia de la educación sexual en las escuelas inglesas. Kirk argumenta que podrían impartir una educación más efectiva si abordaran los temas importantes desde una perspectiva más profunda y realista.
El sistema educativo inglés, que no es distinto del de otros países como el nuestro, opera de la siguiente manera: primero detecta un problema, como por ejemplo el consumo de alcohol y las drogas; después, le da un sermón a los chicos sobre los daños que ocasionan estas sustancias y espera que ellos maduren y las eviten en un futuro. Este método encaja muy bien en la mentalidad cuadrada de los adultos que piensan que así han cumplido su tarea. Pero no así en la de los niños, a quienes no les gustan los sermones y muchas veces hacen exactamente lo contrario de lo que se les enseña, si acaso recuerdan la lección. El sistema tampoco no analiza si el comportamiento mejora como resultado de estos programas.
El programa Alive to the World toma como punto de partida el éxito en la vida y los valores en los que éste descansa, como respeto, honestidad, confianza, responsabilidad y valor. Nadie es exitoso si no es capaz de lidiar con el fracaso y la pérdida. Lo positivo de construir a partir del éxito es que involucra a todos. Habrá niños que no se sientan tentados a fumar, pero ninguno puede decir que ya posee todas las virtudes del amigo perfecto, o que nunca pierde el temple.
También enseña a poner en orden las prioridades según su significado: ¿Ayudarías a una anciana a cruzar la calle si sabes que vas a llegar tarde al colegio? Utiliza, entre otras, la vieja táctica de contar historias, sobre todo historias de niños de la misma edad. Los libros van acompañados de guías para los profesores con ejercicios que ayudan a los chicos a sacar sus propias conclusiones. Luego los niños son animados a hacer algunos propósitos, algo pequeño que fortalezca su voluntad y construya su carácter, como ofrecer su ayuda en casa antes de que se la pidan.
Primero se debe construir el carácter y luego dar educación sexual. Es increíble cuánto menoscaba su objetivo una educación sexual basada en la simple contracepción. En ninguna otra materia le decimos al niño: “Sabemos que igual lo vas a hacer, así que toma esto para reducir las consecuencias”. La alimentación saludable o el consumo de alcohol y drogas son temas en los que se enseña la contención e incluso se impone la restricción. En cambio, cuando se trata de sexo, la moda (en los medios, en las escuelas, en los programas gubernamentales) transmite que hay que ser indulgentes con el placer. Les aconsejamos a los niños que no consuman sustancias que alteren su metabolismo y dañen su salud, pero por otro lado llamamos “conducta responsable” al hecho de que ingieran píldoras de fuerte contenido hormonal con serios efectos colaterales.
El sexo tiene un efecto mucho más profundo en la psique de un adolescente que el cigarro o el mismo alcohol. Es un importante distractor del estudio. Cuando la experimentación sexual sale mal, a las chicas y a los chicos les sobran razones para deprimirse y para justificar el consumo de alcohol o de drogas, así como la conducta violenta. Se requiere más investigación sobre la forma en que la actividad sexual a edades tempranas interactúa con el comportamiento anti-social del adolescente.
Hay que mostrar la verdad contenida en los datos y las cifras. El RCOG (Royal College of Obstetricians and Gynaecologists) reporta un índice de error del 11 % en la píldora anticonceptiva en el lapso de un año entre las menores de veinte. Ahora bien, si una chica toma la píldora durante cinco años, el riesgo obviamente se multiplica, pues se tiene un 44% de índice de error. Al promover el uso de la píldora entre las adolescentes, lo que el sistema les está diciendo implícitamente es que está bien que las niñas asuman un riesgo de 2/5 de quedar embarazadas. Y este es un “derecho” al que pueden tener acceso sin conocimiento de los padres. Es preocupante la manera como la contracepción ha sido empujada por médicos y gobiernos a pesar de los altos índices de error del condón y la píldora.
Existe una falta de honestidad que incide directamente en la construcción del carácter de los menores. La mente de los niños es afilada y percibe la hipocresía. Si ven que los adultos pueden torcer la verdad cuando les acomoda, también ellos lo harán. Y cuando la verdad se quiebra, la propia infraestructura de la sociedad está en riesgo. Cambiar un método anticonceptivo por otro de acción más prolongada, como los implantes, no aborda de mejor forma el tema de la honestidad.
Se han hecho importantes cuestionamientos sobre los efectos de la píldora anticonceptiva. De acuerdo con un reporte del RCOG, el conocimiento médico sobre los efectos metabólicos y secundarios de la píldora anticonceptiva ha ido de un “estado de profunda ignorancia o un estado de relativa ignorancia. Es tristemente cierto que no tenemos certeza de la trascendencia de muchos efectos que han sido observados cuando estas potentes drogas son administradas a mujeres jóvenes saludables”. Millones de mujeres adultas toman la píldora, mujeres sanas que no necesitan medicinas, sin conocer en realidad sus consecuencias. Menos aún se conocen sus posibles efectos en niñas cuyos cuerpos no han acabado de formarse, con toda una vida reproductiva por delante.
La evidencia es muy clara en cuanto a que una educación sexual basada en la contracepción falla al tratar de reducir el índice de embarazos adolescentes. En los debates siempre hay alguien que argumenta que “el entrenamiento en la abstinencia tampoco funciona”, o que la influencia del medio ambiente es tan perversa que los niños necesitan estar preparados, etc. Pero así se enmarca de manera errónea el problema.
La educación sexual no es tal si no forma a los niños y a los jóvenes para la vida. A diferencia de otros aspectos de la educación que sí buscan preparar a los niños para la vida, la educación sexual actual se ha enfocado sólo en las emociones y los problemas del adolescente y no en su vida futura. A la luz sólo del tiempo presente, es mucho más difícil para un joven ponderar su actual conducta e imaginar cómo se va a sentir cuando tenga 30, 50 o más años. Es a lo largo de la vida que las decisiones sexuales tomadas en la juventud cobran importancia y la idea del matrimonio emerge como un ideal. No obstante, en los programas de educación sexual, el concepto de matrimonio es regularmente omitido o sepultado.
Una cosa que los educadores sexuales sí han hecho bien es empezar a una edad temprana. Muchos programas que promueven la abstinencia fracasan porque comienzan demasiado tarde. Quienes usamos el programa Alive To The World no pensamos en términos de abstinencia, porque la mejor forma de prepararse para la etapa adulta es estar lleno de vida. Desde el principio, antes de que los niños se interesen en el sexo, reciben mensajes acerca de la importancia de la familia fundada en el matrimonio. También trabajamos en la construcción de la amistad, del trabajo en equipo y de la fortaleza de carácter, enfatizando que la mejor manera de formar un matrimonio exitoso es convertirse en una persona completa y atractiva.
A esto le tejemos el auto respeto y el pudor, fundamentos de la castidad, tan socavada por la actual educación sexual. Todo lo que enseñamos se mezcla sin problema en una preparación destinada a formar buenos estudiantes, buenos ciudadanos y buenos seres humanos.